La evolución digital y el COVID-19, han generado una situación de evolución forzosa para las empresas. La pandemia ha servido, en gran parte, como medidor de la transformación digital de las compañías.
La situación forzada que ha generado el Coronavirus ha puesto de manifiesto las carencias de la evolución digital en el panorama nacional. De igual manera, ha permitido poner en valor la importancia de que una empresa se encuentre digitalizada y con presencia en Internet.
Evolución forzada: COVID-19 VS Digitalización
Desde que comenzara el Covid-19 en España (marzo de 2020), se produjo una vorágine en todos los ámbitos económicos y sociales de nuestro país. El confinamiento decretado obligó a las empresas a adaptarse en un lapso de unas semanas a un cambio digital sin precedentes.
Aquellas que no tuvieron en cuenta la importancia de su digitalización, ya no pudieron pasar por alto esta necesidad y tuvieron que atenderla con urgencia. Esto les supuso un mayor coste económico y de recursos en comparación con aquellas que, durante años, llevaban un marcado rumbo de digitalización.
Esta coyuntura, dejó de manifiesto las numerosas carencias que existían en cuanto a la digitalización del tejido empresarial en España.
Según una encuesta realizada por Global Capital Confidence Barometer de EY, realizada en febrero y marzo de 2020, de 46 países encuestados, un 70% afirmaba haber adaptado procesos de cambio en sus sistemas internos, como parte de su estrategia de evolución digital frente al COVID-19.
Este dato pone de relieve la gran cantidad de demanda de procesos de digitalización.
Aunque para una gran empresa la digitalización puede suponer un esfuerzo menor, para una Pyme o autónomo (que son el 99% de las empresas en España), puede ser un auténtico reto económico y/o de recursos. Pero, si algo tenemos claro es que a día de hoy, digitalizarse es igual a supervivencia.
Las empresas que no evolucionan digitalmente están abocadas a quedarse atrás frente a su competencia.
¿Qué es la evolución digital?
La evolución digital, es el proceso mediante el cual las empresas se adaptan a los entornos del mundo digital, integrando en sus procesos las TICs.
Por consiguiente, no solo consiste en digitalizar los procesos internos de la empresa (gestión de pedidos, gestión documental, etc.), sino que también supone tener una presencia en Internet (INCLUIR ENLACE A POST PRESENCIA EN INTERNET) que permita aprovechar las nuevas oportunidades de comunicación.
La evolución digital supone:
- La creación de una correcta web que nos permita darnos a conocer y en la que el cliente acceda a nuestra información y genere transacciones.
- Una estrategia de branding online que permita diferenciarnos de la competencia.
- Una sólida estrategia de Social Media que permita tener un contacto directo con el cliente.
Todo ello, debe verse reforzado por los procesos de digitalización internos que anteriormente comentábamos (como gestión de pedidos online, control de stock, e-facturas, etcétera).
¿Qué efectos tiene la Evolución Digital?
Según este post de ESIC Business School, las empresas digitalizadas han sufrido menos el golpe del COVID-19. Esto se debe a que han tenido mayor flexibilidad para adaptar su forma de trabajo y negocio a los cambios repentinos generados por el coronavirus.
Pero no solo eso, aquellas empresas que han sabido invertir sus recursos en digitalizarse, han visto incrementada su facturación de manera considerable.
Cómo implantar la digitalización en una clínica o centro sanitario
Cuando hablamos de evolución digital, pareciera que solo nos referimos a tiendas online o a aquellas que su modelo de negocio se lo permita.
Nada más lejos de la realidad, todas las empresas deben aplicar procesos de cambios digitales, sea cual sea su sector. Por tanto, ¿mi clínica también puede lograr este objetivo? La respuesta es un sí rotundo.
Aunque una clínica o centro sanitario lleve implícita la presencialidad del cliente/paciente en el establecimiento, esto no está reñido con la digitalización.
Por ejemplo, durante el COVID-19 en el que se ha tenido que reducir la presencialidad, una medida de gestión muy efectiva es el uso de la agenda online, tener una opción en nuestra web que permita pedir cita de manera sencilla para el usuario.
Otro ejemplo sería el uso de las e-facturas, se podría implantar un sistema de facturas electrónicas que permita emitir estos documentos y enviarlos al correo de nuestros proveedores o pacientes.
De igual forma, se puede crear una web para nuestra clínica y, si ya la tenemos, llevar a cabo acciones que mejoren la usabilidad de esta. Realizar campañas en Redes Sociales o buscadores para dar a conocer nuestros servicios, etcétera.
Como vemos, hay un sin fin de oportunidades para lograr la evolución digital de tu centro y convertir la pandemia de la COVID-19 en oportunidades de negocio.
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